Agosto de 2011
Día 1. A trabajar como todos los días. Bueno, hoy he dormido estupendamente y me ha costado más despertarme.
Por la tarde limpiando el acuaterrario.
Día 2. Durante la noche me encuentro fatal. Me duele debajo del omóplato, el estómago, la cabeza...
Me tomo un Naproxeno y a última hora parece que consigo quedarme dormido. Como cuando suena el despertador no se me ha pasado, sobre
todo el dolorcillo agudo del omóplato, me quedo en casa. 
Por la tarde, ya algo mejor, vamos a casa de mis cuñados para celebrar mi cumpleaños, por supuesto, cenando por ahí.
Vamos a un chino de San Fernando de Henares. Nos quedamos allí a dormir (en casa de mis cuñados, no en el chino...).

Día 3. Todo el día sin hacer nada. Cenamos allí y luego para casa.
Día 4. Mañana tengo otra vez al oncólogo. No me apetece nada que me metan otra vez la quimioterapia, pero
todo sea por matar al "bicho". 
Día 5. Me levanto a las 5:45, voy a ver a la rana y no la encuentro. Es imposible que se haya
escapado, tiene una red doble en la parte de arriba, sujeta con pinzas en los cristales. Pienso que no la encuentro porque estoy adormilado
aún. Si no está ya me lo dirán los niños. Me voy a vestir a la habitación donde tenemos el ordenador. Mientras me visto
veo algo raro que se mueve. ¡La puñetera rana ha recorrido toda la casa hasta aquí!. Ni Houdini. ¡Si no tenía por
dónde salir del acuaterrario...! La devuelvo a su sitio y ya se lo contaré a los chicos cuando vuelva del Hospital.

A las 7:20 llego a por número para el análisis. Ya hay gente esperando. Soy el tercero. A las 8:00 paso a
pincharme... ¡qué maravilla lo del Porth-a-Cath!. A las 8:05 salgo, voy a por los periódicos gratuitos:
Que!,
20 minutos y
ADN y a esperar a mi mujer. Paso al oncólogo, todo como siempre.
Las plaquetas bajas (107000), bilirrubina 1,7. Todo lo que le pregunto que salió en el último TAC, y tengo dudas, me dice que es
normal. Incluso las pérdidas de memoria que últimamente tengo dice que son producto de los tumores que tuve y de la radiación
que me dieron.

Me prepara los papeles para que me hagan otro TAC de
tórax y abdomen para finales de Septiembre o principios de Octubre.
A las 10:00 y a las 10:10 ya estoy en el Hospital de Día enchufado a los liquiduchos. Paso al Hospital de Día. Ciclo 12º
- día 1, Kytrin, más Fortecontin 4 mg. y gemcitabina 1900 mg. (en 30 minutos). Hasta las 11:00 no llega la medicación, la
quimioterapia. A las 11:50 ya estoy en la calle.
A casa. Compramos el pan. Y en herbolario Renovén y Shiitake. Me paso por la nueva tienda de Tattoos que han puesto muy cerca de mi casa.
Han abierto hoy y está hasta arriba de gente. Me pasaré en otro momento a preguntar.

Día 6. Hoy tenía cita con el médico de digestivo (hepatólogo especialista en tratamientos con
interferón) a las 9:30 hemos llegado a las 9:10 y nos ha atendido a las 10:30. Me ha dicho que no tiene importancia que esté
el bazo inflamado (esplenomegalia), ni que tenga 1,7 de bilirrubina. Como ha estado leyendo el último TAC de Julio me ha dicho que
no me va a hacer una ecografía, y como llevaba los análisis que me hicieron ayer pues tampoco me va a hacer análisis.

Dice que hay un nuevo tratamiento para la hepatitis C de genotipo 1, compuesto por interferón, rivabirina y una pastilla de
reciente fabricación, pero al estar poniéndome quimioterapia no me la puede mandar, por lo agresivo de ambos tratamientos y
por no saber las posibles interacciones. Vamos a esperar a que desaparezca totalmente el cáncer (¡qué optimista!)
y luego, cinco años después, si no se ha vuelto a reproducir veríamos que tratamientos hay.
Vamos, así, a ojo de buen cubero como mínimo diez
años... Dentro de diez años él ya se habrá jubilado y yo no sé donde estaré.

Llegamos a las 11:15 al trabajo y a currar.
Ayer se nos estropeó el receptor de TDT. Por la tarde me acerco a Alcampo a comprar uno nuevo: BlueSens T141.
Cuando vuelvo paso por la carnicería Morán para ver los precios, que están bastante bien y luego por Ahorramás
a por pan. El resto de la tarde configurándolo, actualizándolo y viendo cómo funciona. Por cierto, no muy bien. Se
cambia de canal sólo, se sube el volumen y se baja a su antojo...

Día 7. A trabajar. Por la tarde me acerco a Carrefour y me llevo otro TDT, como el de ayer pero otra marca
Sunstech DTB4500HD. El mismo menú que el de ayer pero no tiene aparentemente ningún fallito.

Día 8. Me despierto a las 3:15 con dolor debajo del omóplato, dolor de estómago y dolor de cabeza.
Mi mujer me trae un Naproxeno. El caso es que cuando intenta que me despierte,
estoy hecho unos zorros y no
voy a trabajar. Cuando me despierto tengo un ataque de ansiedad (no tengo ni idea de por qué)
y me tengo
que tomar un Lexatin.
Por la tarde me acerco a Alcampo a devolver el TDT defectuoso y a comprar pan, sardinas y algo para hacer una paella
mañana (100 grs. de chirlas, 100 de gamba arrocera, 100 de mejillones y 100 de cigalas pequeñas. Y ya que estoy allí,
entro en la tienda de animales y le llevo dos ranitas a mis hijos.
Por cierto, no he contado que mi mujer mañana se va a Bilbao en tren a ver a mi amigo el de Gorliz. Así que estoy muy
contento con quedarme sólo con los niños, con dolores y con ansiedad.

Día 9. Mi mujer se va a Bilbao en tren. Cuando llegue irán a recogerla para llevarla a Gorliz.
Nosotros nos despertamos tarde. Comemos una paella de marisco que está para chuparse los dedos. Por la tarde después de
jugar al ordenador, el pequeño se va con un amigo y el mayor se queda en casa conmigo viendo una película: "Los
sustitutos". Limpiamos el agua del acuaterrario que está empezando a parecer agua de pantano por el color y el olor.
Yo ceno la paella que ha sobrado esta mañana pero con más caldo, casi sopa, más ajo y más laurel. Ellos cenan
una "flauta" (es como un burrito) de jamón cocido y queso, tres salchichas Frankfurt y unos hojaldritos rellenos de
sobrasada, foie-gras, queso...
Antes de acostarme
tomo un Naproxeno y un Lexatin que no
estoy yo muy católico (como decía mi abuela).
Día 10. Me levanto prontito. Tomo mis brebajes y pastillas. Voy a ver a las ranas. Las dos pequeñas
están muertas.
Voy al Punto Limpio a tirar unos tubos
y el TDT estropeado. Allí veo a mi amigo Luis que me pregunta cómo estoy y me dice que si ya estoy "limpio".
Le digo que no, que los "bichos" siguen ahí, pero que no me molestan, ni los "bichos" ni la quimioterapia.
Dice que por el aspecto que tengo quién diría que sigo con el cáncer. Me da un abrazo y me dice que se alegra muchísimo
haberme visto.
Voy a Carrefour por pan, huevos, higaditos de pollo, salchichas Frankfurt, que se acabaron ayer, cervezas (por ir hoy me dan gratis una
caja de 12 botellines), cereales y galletas para desayunar, papel de cocina e higiénico y alguna que otra cosa.
Para comer hago una sopa de fideos con higaditos rehogados y pollo a la cerveza. Se ponen las botas comiendo. Después de recoger
toda la cocina, incluido barrido y fregado, me echo la siesta.
Por la tarde, después de jugar con el ordenador, se van los dos con los amigos. Me quedo sólo escaneando fotografías y
después preparando una pizza para la cena de los tres.
Día 11. Vuelve mi mujer. Vamos a recogerla a la estación de cercanías y comemos en Il Trastevere.
A casa a dormir la siesta. Vuelve con un montón de fotos en las que se ve que está muy bien Joaquín.
Por la noche bronca, como casi siempre. Estoy tan hasta por encima del pelo... y que luego encima me digan que soy yo el que está
mal y que tengo que ir a un psicólogo, alguna "amiga" de mi mujer opina lo mismo, qué suerte, tengo un traidor entre
los de mi bando, pone una cara delante y otra cuando me doy la vuelta. Hay quien en su casa no tiene los trapos limpios pero tiene que
ir a casa de los demás a criticar.
Ya sabes, es que los enfermos se ponen insoportables.
Me tomo
un par de sándwiches de jamón y queso y me voy a la cama con un mosqueo de cuidado.
Día 12. Paso una noche bastante mal. Me dan calambres en los riñones (o en los lumbares, nunca se identificarlos).
No se me pasan ni con Naproxeno. Soy incapaz de dormir hasta bien entrada la madrugada. No voy a trabajar. Incluso cuando me levanto siguen
los pinchazos. ¿Será nervioso?.
Cuando bajo a comprar el pan me acerco a la tienda que han puesto de tatuajes. Se me ocurre preguntar
si hay alguna contraindicación al estar tomando quimioterapia. El chico me dice que no, pero por si acaso que le lleve una autorización
del médico como que no hay problema en tatuarme.
Vale.
No quiere responsabilidades.
¡Vaya "pringao" el moderno este!.
Llego a casa, comento lo que me ha dicho el tatuador
y se arma la de San Quintín:
Que si se me va a infectar..., que si tengo hepatitis C..., bueno, bronca monumental. ¡A la mierda!
Como un poco de sopa de sémola y me voy a echar la siesta...
Por la tarde me dedico a fotografiar mis cuchillos. Es de las pocas aficiones que tengo: las armas blancas, ya que las de fuego,
aquí en España, sólo las pueden tener la gente que está "forrada" de pasta.
Estrellas ninja (shuriken) |

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Lanzadores |

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Navajas |

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Machetes |

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Oye, cada uno tiene sus aficiones, otros coleccionan sellos de Correos o monedas antiguas.
No he puesto, lo haré otro día, las piezas
grandes, katanas y demás. 
Bueno, pues también bronca porque publico las fotos de mi afición. Es que puede haber alguien a quien no le guste... ¡Y
a mí qué me importa! Esto es mi diario y las fotos mi colección, la que llevo haciendo desde mi infancia. Hay gente a quien
no le gusta que hable del cáncer en mis páginas y no las leen porque les da "cosa". Pues al que no le guste que no las
lea. Estoy hasta los huevos de tener que vivir cabreado por el "qué dirán".
Después de cenar veo con mis hijos una
película: "Sin límites".
Día 13. A trabajar. Aunque me he despertado a las 5:00 y ya no he podido dormir. Después de la siesta me acerco
por leche entera para los niños.
Cada uno tomamos de un brick distinto: los niños leche entera, mi mujer leche desnatada con calcio y yo un preparado de soja que no
lleva nada de leche. Como dicen que no es muy buena para el cáncer... 
Día 14. A trabajar. Nada de particular que reseñar. Mañana al oncólogo.
Día 15. Me levanto a las seis y llego a las 7:15. Ya está la puerta abierta. Subo y hay unas
cuantas personas esperando porque piensan que, al estar la luz apagada la puerta está cerrada. Tiro de la puerta y ¡está a
bierta! Todos corriendo para coger número. Yo llevo el sexto turno. Me hacen el análisis de sangre. Llega mi mujer y vamos a
desayunar. Paso a la doctora antes de las 10:00. Me dice que no me puede poner la quimioterapia porque estoy fatal de plaquetas: 45000
(la última vez eran 107000) cuando el mínimo son 125000. La bilirrubina también ha subido. De 1,7 a 1,8. Así que voy a que
me quiten la vía que me han dejado puesta en los análisis y para casa. Mi mujer pregunta que si me puedo hacer un tatuaje (con la
esperanza que le diga que no) y la oncóloga dice que ahora que estoy bajo de plaquetas que no se me ocurra porque podría no
cicatrizar bien. Pero que en cuanto esté bien de plaquetas que no hay problema.

Nos pasamos por el consultorio de la S.S. (aún tenemos la Esperanza de que no nos pongan las duchas de gas Zyklon B,
ni los hornos crematorios).
¡Vaya! Hoy no tiene
agenda la doctora porque no viene. Así que nos pasamos por casa y luego al mercadillo a por patatas, pepinos, tomates, pimientos... lo
de siempre. Envío un correo a mi doctora explicándole mi preocupación. Comemos y siesta.
Cuando me levanto, tampoco he dormido demasiado, hago gazpacho, setas y unas judías verdes de un color rojizo, muy raras pero dicen
que son "manteca" de tiernas que son. ¿Estarán grasientas?

Por la noche me escribe mi doctora diciéndome que no me preocupe. Que si siguen bajando, siempre me pueden hacer una transfusión
de plaquetas. Menos mal que tengo esta doctora que me da ánimos hasta cuando no va a trabajar.

Día 16. Sigo más mosqueado que un pulpo en un garaje. Voy a trabajar aunque tengo algo de "depre".
Día 17. Por la tarde nos acercamos al Mercado Medieval. Lo de todos los años. Nada nuevo. Bueno, han quitado
a los artesanos. Los que hacían delante de todo el mundo el soplado de vidrio, la fragua para hacer herraduras, etc. Tampoco han puesto
los desagradables aparatos de tortura de la "Santa" Inquisición que todos los años ponían.
Día 18. Al mediodía nos acercamos a un bar del que normalmente sale un olorcillo a fritanga andaluza...
Pero está cerrado. No lo entiendo, los tres bares que tenemos cerca cierran el mismo día. Así que acabamos en otro
bar más lejano, con los niños protestando y discutiendo porque está muy lejos, porque no se quieren poner al sol, porque
para tomar cualquier cosa lo podíamos haber hecho en casa... Inconformistas y tímidos (para lo que quieren).
Al final salen tan contentos, porque con cada consumición
nos han pueso una tapa a cada uno y bastante abundante, al pequeño unas patatas alioli, al mayor dos trozos de morcilla a mi mujer
dos croquetas grandecitas y a mí una cazuelita con chorizo a la sidra. Además hemos pedido oreja de cerdo a la plancha y estaba
de rechupete. Han rebañado hasta
el plato. Llegamos a casa y prácticamente no comemos. Por la tarde retocando las fotos escaneadas con el Photoshop.
Día 19. Como casi todos los días, después de desayunar, al lavarme los dientes
me entran arcadas y echo hasta
la primera papilla. La solución estaría en no lavarme los dientes, pero me parece una cochinada.

A trabajar, aunque no me encuentro demasiado bien y además tengo un frío tremendo. Ya se ha ido definitivamente el calorcito
del verano y creo que ya me he acatarrado porque me he pasado la noche entera tosiendo.

Por la tarde otra vez discusión con el pequeño porque no quiere repasar lo que han dado hoy. Como empecemos así el primer
día de curso, lo llevamos claro.
El mayor se pasa casi toda la tarde
leyendo las próximas lecciones, aunque mañana hay huelga de profesores.
Día 20. Huelga de profesores de secundaria. Los niños en casa. A trabajar. Comer. A casa. Siesta.
Poco más. Día corrientucho. De noche el chico mayor y yo vemos una película: "Mata al irlandés".

Día 21. A las 8:00 estoy en el Hospital para hacerme unos análisis de sangre más completos que los que me
hacen cuando son urgentes. Paso en seguida y vamos a trabajar, llegamos antes de un día normal.
.
Después de comer, siesta y enredando un poco en todo
y en nada a la vez.
Día 22. (Peso: 81.500). Llegamos a las 8:30 al
Hospital, ya que los análisis de sangre me los hicieron ayer. A las 9:20 paso a la oncóloga. Me dice que las plaquetas están
bien (152000)
pero lo que es los marcadores del hígado
están un poquito peor: GOT (159), GPT (141), GGT (374) y Bilirrubina total (1,98).
Me puede poner la quimioterapia, aunque me manda un análisis
de serología. Paso al Hospital de Día directamente: Ciclo 12º - día 8, Kytrin, más Fortecontin 4 mg. y gemcitabina
1900 mg. (en 30 minutos). No ha acabado de pasar la premedicación cuando traen la medicación. Así que hoy salgo bastante antes
de lo normal. Voy a que me hagan el análisis, me como un sándwich de pavo y cogemos el autobús para casa.
Vamos a la doctora de cabecera que me dice que hay que observar el hígado, comer mucha verdura, legumbres, pescado y evitar el tabaco,
el alcohol y llevar una vida sana.
Y además tengo que pensar en
ponerme algo a dieta que como mucho y poco sano. 
Día 23. He dormido bastante bien. A trabajar.
Día 24. Comemos y cenamos en casa de mis cuñados. Esta vez no hay nada que celebrar.
Volvemos a casa en el intermedio del partido Barcelona
- Atlético de Madrid..
Día 25. Después de desayunar me dedico a cocinar todo lo que se puede poner "pocho". Hago un gazpacho,
un pollo en salsa
para comer y una oreja de cerdo mezclada con morro, también de cochino, que queda para chuparse los dedos de entrante. Como siempre, tarde
durmiendo la siesta y después viendo la tele...
Veo con mi
hijo mayor una película: "El sicario de Dios".
Día 26. Como ayer tuvimos una discusión nocturna bastante acalorada con el pequeño de la casa, he pasado toda
la noche desde las 2:05 sin dormir. Me disgusto y me empieza a doler todo. Así que como hace poco, de la cama al sofá y del sofá
a la cama... A las 8:00 cuando mi mujer se va a trabajar me empieza a entrar sueño
pero no hago más que dar vueltas. Al final caigo rendido
hasta las 11:15. No voy a trabajar. Menos mal que son condescendientes con mi horario por aquello que de tengo un cáncer de pulmón...
Sigo todo el día con dolor de cabeza, náuseas,
pinchazos en el hígado (o por ahí), en el omóplato... En fin hecho un asco. Cuando vuelve del Instituto otra vez la misma
cantinela. Quiere jugar, aunque les hemos dicho a los dos que en tiempo de estudios sólo se juega los fines de semana... Así que
otra vez bronca, insultos y malos modos... 
Día 27. Otra vez paso una noche calcada a la de ayer... Así que como estoy con dolores por todas partes y un
sueño de mil diablos me vuelvo a quedar en casa. No tengo ni ganas de comer. Cuando llega la hora, me hago una sopa castellana con dos
huevos escalfados, que eso nutre, calienta el estómago y pasa bien.
Por la tarde salimos a dar una vueltecilla.
Día 28. Me encuentro mucho mejor. A trabajar. A casa contra reloj. Tenemos que ir con el pequeño al cirujano
para que le vea la uña del pulgar del pie derecho para ver si se la quita porque la tiene algo clavada. Dice que no es necesario operar.
Mañana tengo TAC a las 8:05... Por la tarde he vuelto a
tener dolor de riñones (o lumbares, no sé). Encima estornudo
y me empieza a salir sangre de la nariz durante un buen rato.
Día 29. Hoy he dormido muy bien.
Me despierto a las 5:45 sin despertador. Debe ser que el cuerpo está alerta por su cuenta. Entre ducharnos, arreglarnos y el trayecto en
coche
, llegamos al Hospital a las 7:50. Aparcamos en el
parking pensando que va a ser rápido y costará poco dinero.
Después de luchar con el celador
explicándole que si
entro por urgencias de traumatología es porque me lo han dicho por teléfono, después de tomarme cinco vasos de agua (en un principio
se equivocó y me dijo cinco litros!!!) y de esperar a que viniese el técnico... al final me hacen el TAC. Salimos a las
9:05 después de pagar 3,60€... ¡Ya está bien por una hora lo que cobran...!
¿No os dais cuenta que nos están exprimiendo? Esto se acaba (cambia la era, todas las profecías coinciden, lo dice San Malaquias,
las profecías Mayas, las profecías de Fátima...) y "ellos" tienen que arramplara con todo lo que puedan sin darse
cuenta que cuando estén las cosas verdaderamente jodidas no se podrán comer todo el dinero que han robado a sus semejantes.

A trabajar.
Día 30. Duermo como un tronco
y me
despierto a las 5:00 sin sueño. A trabajar. Un día sin nada nuevo que contar. Por la noche tenemos bronca con el pequeño. Como
siempre, por una estupidez.
Octubre de 2011