Diciembre de 2008
Día 7. (Peso: 80.200). Toso de forma forzada y, al final, sale una flema con sangre. ¡Qué suerte! Con la
de días que llevaba sin sangrar... 
Día 8. Cita con el neumólogo. Me hace una radiografía y ve que el tamaño sigue igual. Me recomienda el
ingreso en el Hospital para que me realicen todas las pruebas que sean necesarias.
Día 12. Ingreso en el Hospital a las 9:10 horas. Como no hay camas en la planta de neumología, me quedo todo el
día de hoy en los boxes, como los coches de Fórmula 1. ¡Qué ambientazo!. Veinte personas metidas en una habitación
(grande pero ahí estamos, todos juntos. Menuda intimidad). El que no chilla, llora; el que no, se quiere ir a su casa, otro se arranca la
vía y empieza a sangrar como un cerdo, el de al lado mío se quita la sonda nasogástrica y pide el alta voluntaria. Después
de mucho discutir con el médico de guardia (está ingresado por intento de suicidio) firma un papel y se va, otros se lo hacen todo
encima... ¡Qué vocación la de las enfermeras...! Y todavía tienen ánimo para sonreir a los que allí estamos...
Día 13. Sigue sin haber camas en planta. Estoy en los boxes hasta las 20:30 horas que es cuando me suben a la planta
de neumología.
Día 14. La doctora que me corresponde me manda hacer una serie de pruebas: Análisis de esputos, análisis de
sangre, espirometría, TAC, fibrobroncoscopia y PetScan. Pero ya será a partir de mañana, hoy no tengo programada ninguna prueba.
Día 15. Me hacen los análisis de esputos y de sangre.
Día 16. (Peso: 78.100). Me intentan hacer la fibrobroncoscopia. Me pongo tan nervioso que me tienen que sedar. Cuando
me despierto me dicen que me había bajado el oxígeno tanto que han tenido que interrumpirla. Me harán otra, bajo sedación
y monitorización el día 21. Como no me van a realizar pruebas el fin de semana, me mandan a casa, reservando la cama y teniendo que
volver el domingo por la noche.
Día 20. Me hacen el TAC. Muy sencillito. No agobia nada y en menos de diez minutos.

También a última hora de la mañana me hacen la espirometría. Parece ser, aunque yo no lo note, que tengo un veinte por
ciento menos de capacidad pulmonar.

Día 21. A primera hora, como estaba programado, me hacen la fibrobroncoscopia, cuando me despierto se han ido los
médicos y no les puedo preguntar qué es lo que han visto. Habrá que esperar resultados...

Día 22. Por la mañana me hacen el PetScan.

Al mediodía me dan una mala noticia. Los resultados que se ven en el escaner tienen la apariencia de ser un tumor maligno. Pido el
alta temporal, ya que para los resultados que quedan no es necesario que esté hospitalizado, ya que no me van a hacer más pruebas.
Así que me voy a casa sabiendo que tengo un cáncer de pulmón. Ahora lo más complicado será explicárselo a los
niños... 
Día 29. Me comunica la doctora, por teléfono, que ya tiene el resultado del PetScan. He tenido casi
suerte, SÓLO está extendido por los dos pulmones y el mediastino. La metástasis no afecta a ningún
otro órgano... 
Febrero de 2009