Marzo de 2011
Día 1. Otro día más sin novedades.
Día 2. Hoy comemos, más bien comen, carrilleras de cerdo estilo Sanlucar.
Las hice el día 31 del mes pasado (anteayer). Os pongo la receta.
Más de uno pensará que vaya chorrada de páginas sobre el cáncer de pulmón, pero a mí me distrae poner recetas y chorradas.
Y además están tan ricas... 
Carrilleras de cerdo

12 carrilleras de cerdo, 2 cebolletas, 3 zanahorias, 4 dientes de ajo, 1 vaso generoso de fino, media copita de brandy,
tomate frito casero, un platito con harina, tomillo, orégano, nuez moscada, canela en rama, pimienta, aceite y sal.
Empezamos, como siempre, preparando los ingredientes: picamos en cubos las carrilladas, pelamos y picamos
las cebollas, zanahorias,
y ajos lo más fino posible, y ponemos una cazuela bajita al fuego con 4 cucharadas de aceite.
Salpimentamos y enharinamos las carrilladas y sofreímos hasta que se doren. Una vez que estén bien doradas, las retiramos a un plato.
Veremos que en el fondo de la cazuela se habrá agarrado un poquito la grasa de las carrilladas, no os preocupéis,
echamos la cebolla y zanahoria dejándolo sofreír a fuego lento hasta que casi caramelice.
Añadimos el ajo, dejamos hacer y cuando todas las verduras estén bien sofritas, añadimos las carrilladas y rehogamos bien.
Pasados 3 minutos de rehogo añadimos el brandy y dejamos reducir. Una vez que haya evaporado añadimos el vino fino.
Bajamos el fuego y dejamos estofar durante 35-40 minutos vigilando que no se quede seco. (Si pasase añadir agua).
Añadimos una cucharada (de café) de tomillo, una de orégano, la canela, y la ralladura de la nuez moscada.
Cuando comprobemos que la carne este tierna, añadimos el tomate frito dejamos estofar durante 5 minutos y a disfrutar con unas patatas fritas y una
ensalada. Este plato es mucho mejor de un día para otro, cuando reposa está formidable.
Día 3. He pasado toda la mañana respondiendo correos. Tenía el buzón abarrotado. Hoy he hecho
para comer Sopa de alubias:
Sopa de alubias

300 gr. de alubias blancas
2 tomates enteros de bote (debe estar muy maduro)
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 manojo de albahaca
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Preparación
Poner las alubias a remojo en agua fría abundante el día anterior.
En una cazuela grande poner las alubias, la cebolla, los dientes de ajo pelados y los dos tomates.
Cubrir con agua fría de tal forma que queden unos dos dedos de líquido por encima de la legumbre.
Salpimentar, añadir un chorro de aceite y poner a fuego medio.
En el momento en el que hierva, bajar el fuego a suave y desespumar. Dejar que hierva de forma constante semitapado durante
una hora y media meneando de vez en cuando la cazuela para que el caldo vaya espesando. Hay que vigilar y añadir más agua si se quedan secas.
También se pueden hacer en la olla a presión durante unos 20 minutos.
Sacar la cebolla, los ajos, el tomate y un cazo de alubias a un vaso triturador. Triturar con la batidora y devolverlo al potaje.
El caldo tiene que ser abundante, pero a la vez cremoso. Si se ve muy líquido, añadir más alubias trituradas.
Por último, añadir unas 10 hojas de albahaca. Dar un último hervor suave de un par de minutos,
dejar reposando un cuarto de hora tapado, corregir de sal y servir.
A mí me ha servido de plato único, pero los hay (los chicos) que han comido de segundo carrilleras de las que sobraron ayer.

Día 4. De salud sigo bien. Bueno, supongo que los bichos estarán haciendo su Agosto, pero no molestan.
Alguna tosecilla esporádica.
Pongo unos refranes que a mí siempre me han hecho mucha gracia:
- A equino donado no le periscopees el incisivo. (A caballo regalado no le mires el diente)
- A equino objeto de un obsequio no se le aquilatan los incisivos. (A caballo regalado no le mires el diente)
- A palabras emitidas por laringes inconscientes, trompas de Eustaquio en perfecto estado letárgico.
(A palabras necias, oídos sordos)
- Cuando su majestad luciferina no tiene con qué pasar el ocio de las tediosas horas, con el apéndice
coccígeo espanta los molestos dípteros. (Cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas)
- El globo oftálmico del poseedor torna obeso al equino. (El ojo del amo engorda al caballo)
- H2O que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce. (Agua que no has de beber, déjala
correr)
- Más valor intrínseco representa un volátil fugaz que un centenar de sus congéneres surcando
los angostos caminos del espacio sideral. (Más vale pájaro en mano que ciento volando)
- No está la oquedad calenturienta para manipulaciones reposteriles. (No está el horno para bollos)
- Ocúpate de la alimentación de aves córvidas y éstas te extirparán las córneas,
el iris y el cristalino. (Cría cuervos y te sacarán los ojos)
- Quien a ubérrima conífera se adosa, óptima umbría le entolda.
(Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija)
- Quien con infantes pernocta, excrementado alborea. (Quien con niños se acuesta, cagado se levanta)
- Relátame con quién deambulas y te manifestaré tu idiosincrasia. (Dime con quién andas y te diré
quién eres.
- Trasládeme yo a temperatura debidamente elevada y demuestre el vulgo su regocijo.
(Ande yo caliente y ríase la gente)
Esperando otra sesión de quimioterapia pasado mañana. Tengo los pies y los oídos jobredidos (como diría Forges)...
He empezado de nuevo a tomar Lyrica.
Día 5. Hoy he dormido muy bien. A trabajar que mañana será otro día.
Por la tarde un paseíto que hace un día precioso y con calorcito. ¡M'encanta!
Día 6. (Peso: 75.200). A las 7:40 cojo número.
Me extraen la sangre para el análisis a las 8:45 había muchísima gente y además habían madrugado más que yo.
A las 11:20 paso a consulta. Como siempre toda la analítica está bien.
Me cita para el miércoles que viene, me manda un TAC toraco-abdominal y otro craneal, y voy a dar el informe al Hospital de Día para que
vayan pidiendo la medicación al laboratorio. Me llaman casi a las 12:50 porque como hay tanta gente van con retraso. La ventaja es que,
cuando entro, ya está allí todo.
Me "enchufan" a los goteros, como siempre gemcitabina 1900 mg., más Kytrin, más dexametasona (6º ciclo -
día 1) como cada
ciclo se compone de dos sesiones (día 1 y día 8) significa que llevo 11 sesiones de esta quimioterapia. Me despierto a las 14:10 con la
máquina pitando indicando que se han acabado los liquiduchos. Esta vez vienen en seguida a quitarme la vía. Me están quitando la vía
y demás tubillos cuando veo a diez sillones de distancia de mí a la persona que trae los bocadillines. Me hago el remolón y cuando me voy
a levantar me ofrece un bocadillo. Digo "pues aunque me lo vaya a comer por el camino, te voy a aceptar el bocadillín que
está muy rico".
"Pues si quieres, te lo comes sentado tranquilamente". "No, no, prefiero irme a casa". Mientras me estoy alejando: "Javier,
Javier (he ido tantas veces que me conocen todas por mi nombre), ¿no quieres tomar un zumito de naranja o melocotón?".
"No de verdad, no me apetece. Pensando: No me van a dejar salir con mi bocadillo".
Me voy al autobús tan feliz con mi bocata cual si fuese de
caviar con angulas.

Día 7. A trabajar. Sin ningún efecto secundario y con mucho trabajo.
Y encima no me puedo quejar, que hay mucha gente que ya le gustaría tener un trabajo y no puede, porque según están las cosas...

Y hablando de las noticias de hoy: la de los eurodiputados que no se quieren congelar el sueldo, ni viajar en clase turista.
Hay que joderse que siempre tengan que apretarse el cinturón los mismos... me viene a la memoria una "pintada" que leí
cuando era joven:
"De izquierdas o derechas, la bota que te pisa siempre será una bota".

Día 8. Hoy me he despertado a las 3:00 con malestar, me dolía debajo del pezón derecho, bajo el omóplato,
la cabeza y el estómago. Me he levantado en vista que no podía dormir y me he ido a ver la tele y luego a "enredar" con el ordenador.
El caso es que me he vuelto a ir a la cama a las 5:00 sin poder dormir. Cuando ha llegado la hora de levantarme estaba "molido"
entre el sueño
y los dolorcillos. Así que he tomado las pildorillas y liquiduchos que tomo siempre, he desayunado y me he vuelto a acostar.
Serán los efectos secundarios de la quimioterapia...
Día 9. En casa todo el día. Saturación de televisión. Menos mal que la terraza me distrae mucho.
Y las plantitas que hay en ellas más aún. Me las quedo mirando esperando ver cómo crecen.

Día 10. Vamos a comer a casa de mis cuñados. A las 17:30 volvemos a casa.
El mayor tiene que estudiar y el pequeño ha quedado con unos amigos para ver un torneo de cartas Magic.
Días 11 y 12. Nada destacable. Malestar a ratillos. Depresión de caballo.
Día 13. Esta noche sin dormir de 3:00 a 5:15 h.
Viendo la tele a ver si me entra sueño...
Vamos al análisis con retraso. Casualmente hoy no hay demasiados clientes. Me atienden rápido. El oncólogo me llama el tercero.
¡Qué rapidez hoy! No me lo puedo creer. Mi gozo en un pozo: tengo las defensas un poquito bajas (1170 neutrófilos) así
que se aplaza la sesión de hoy por neutropenia y además me da un par de semanas de descanso. Nueva cita para el jueves 5 de Mayo.
Aprovechando que tengo tiempo de sobra, me paso por mi doctora de cabecera para enseñarle el informe.
De todas formas, al volver, compro una barra de pan. Me voy a hacer un bocata que no se lo va a saltar ni un torero.
Me lo hago de jamón de York y queso.
Por la noche, antojo: sopa castellana con su huevecillo escalfado y todo. La verdad es que como tengo rachas, tenía pescado y no me
apetecía nada.
Día 14. Por la mañana trabajando. Por la tarde a ver a la psicóloga. ¡Qué pena!.
Se han acabado todas las sesiones y sin sacar nada en claro.
Día 15. Nada destacable ni por la mañana ni por la tarde.
Día 16. Nos acercamos por la tarde a Alcampo.
Día 17. Un paseíto por la calle y poco más.
Día 18. Paso una noche horrorosa: Dolor de estómago, debajo del omóplato, en el pecho, los riñones...
Todo un poema.
Por la tarde algo mejor, damos un paseíto por la calle.
Día 19. Por la mañana trabajando. Por la tarde viendo la tele. Mañana nos vamos a
Venialbo Según leo en las Web de predicción metereológica va a
llover y a hacer frío. ¡Qué ilusión!
Día 20. Salimos prontito (11:15) hacia Venialbo.
Vamos por el túnel de Guadarrama (10,05€). Llegamos a las 13:45.
La temperatura de la calle es aceptable, la de dentro de casa... un frío que pela.
Pongo la chimenea bien cargada de leña, y el brasero eléctrico que algo calentará.

Día 21. A media mañana nos vamos al campo. Pasamos allí la mañana hasta la hora de comer.
Comemos macarrones con tomate, para mí el tomate está algo ácido. Por la tarde vamos a ver a una prima de mi mujer.
Hace un aire muy frío. Y me empiezo a sentir mal. Hasta que no echo toda la comida no paro. Ya no ceno. No tengo ni pizca de hambre.
Estamos, como casi siempre, los mismos: mis cuñados, mis dos sobrinos, la novia del sobrino mayor, mi suegro, y nosotros cuatro.
Día 22. He pasado una noche asquerosa. Con dolor de estómago y durmiendo fatal. No desayuno.
Vamos a ver a un tío de mi mujer que se ha ofrecido a darnos leña ya que prácticamente no tenemos.
A la hora de comer me convencen de que coma un plato de sopa de sobre y un poco de jamón de York. Parece que se me asienta un poquito el
estómago.

Por la tarde se van todos a Zamora a ver a su prima Tere y a su marido Goyo. Yo, como van a comer pinchos,

y aún no estoy bien del todo, me quedo en casa con el portátil, la chimenea y el brasero.
Cuando me entra algo de hambre me como un bocadillo de chicharrones con una cerveza mientras pasa por la puerta la procesión del silencio.
Me sabe a gloria.
Cuando vuelven, un rato de charla en el comedor y a dormir.
Día 23. Por la mañana vamos a por piñas al campo.
Una forma de entretenernos, hacer ejercicio, respirar aire puro y tener un combustible barato con el que encender la chimenea.
Por la tarde mi sobrino y su novia vuelven a Madrid, y nosotros vamos a dar una vueltecilla.
Día 24. Me levanto a las 7:30 con la intención de salir pronto para no pillar atasco en la carretera.
Al final, entre recoger todo, unas cosas y otras, salimos a las 11:00, venimos por la carretera nacional, pillamos un atasco considerable a la altura de
San Rafael y llegamos a casa justo para comer, a las 14:00.
Día 25. Aún estamos de vacaciones, nos hemos pedido un día por asuntos propios.
Comemos en un restaurante italiano (Il Trastevere)
que al ser día laborable tiene menú del día por 10 euros y para elegir entre diez platos de primero, diez de segundo además de unas
quince pizzas también de segundo, pan, bebida y postre. Se come estupendamente
y los camareros y camareras son amabilísimos.
Día 26. Paso una noche rarita. Como casi todos los días, con pesadillas
y eso que cené sólo un poquito de bacalao rebozado.
A trabajar que para eso me pagan. 
Día 27. Duermo de un tirón. A trabajar. Por la tarde vamos, mi mujer y yo, al funeral del padre de una amiga.
Vuelvo a encontrarme con las amigas de mi madre que, desde que murió, no las había vuelto a ver.
Día 28. Aunque he dormido de un tirón, cuando suena el despertador me encuentro fatal y me quedo en la cama.
Por la tarde voy a hacerme el TAC de cráneo y de Tórax y abdomen. Llegamos a las 20:00, me dan dos vasos de líquido de curar botijos
(sabe a anís), me llaman a las 20:30 y acabo a las 21:00.
Cuando llegamos a casa voy algo revuelto y no ceno nada.
Día 29. A las 2:00 me voy al sofá a intentar dormirme. A las tres voy al servicio. Tengo diarrea y dolor de cabeza.
Voy varias veces más durante la noche, y cuando suena el despertador estoy absolutamente hecho polvo. Ni desayuno ni nada.
A las 12:30 me hago una sopa castellana. Me sienta estupendamente aunque sigo con diarrea.
Día 30. Día corrientito. Vamos a comer a un chino para celebrar el día de la madre.
Todo el rato discutiendo por chorradas. Por la tarde vienen unos amigos a vernos. Se toman un café y a las 21:00 se van.
Me sigue doliendo el estómago.
Mayo de 2011